Pues mi cuerpo me lo pide;
yo no cedo, yo no quiero.
Eso está mal,
soy egoista
y me esfuerzo por ser racional.
Mi corazón sólo late
la mente piensa
el cuerpo desea
todo hace que me canse.
Y sin embargo lo necesito.
Esto, eso, a él.
No escucho a nadie ni nada
me obnubilo y aquí quedé.
No continuo este curso de las cosas
ni este poema.
Arranco de forma cobarde
porque de hecho lo soy.
Ha sido agradable
y lo disfrutaré
pero ya no como antes.
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