Odio la navidad.-

Que la gente se aglomere en el centro, las veredas se llenan de gente vendiendo tonteras inservibles y envolviendo regalos, apenas se puede caminar, transpiración, sol, estrés, cansancio de tanto caminar buscando el regalo ideal, que qué comeremos para la Cena de Navidad... un sinfín de cosas.

Pero ver a la familia reunida, peleando, echándose la culpa de los pasteles, levantando la voz por levantarla solamente, discutiendo por querer no más joder un rato, comer un poco más rico que los otros días del año, ser la que siempre reparte los regalos (igual aburre), ir al campo y tomar bebida y comer cosas ricas, y esas galletas ricas que siempre compra la Oga-no las Crokinas esas son malas, hay otras más ricas-, con papas fritas, con producción hecha por mi mamá-jaja-, escuchar a los pollos chicos decir pío toda la tarde, luchar por no quedar picada de zancudos (mentira eso siempre será una lucha y lo odio en verdad, debería sacarlo xd), y ver la sonrisa de mi mamá, del Nico cuando tira sus tallas, de la tía Ita, la Oga, de la Guali y sobre todo del Tata y del Pepo, WEON ES MAGNÍFICO. Amo a la familia que me gasto, porque no es perfecta. Sin embargo es mi familia y está siempre ahí, apoyándome, me llaman a la hora del ñafle pa saber cómo estoy (Oga esa eres tú jajaja). Y la Vero con el Paulo, que son menos demostrativos y que no van pal campo pero igual están ahí, hacen cosas biurifols por mí. No pude haber escogido una familia más pulenta. Que aunque eche pericos a veces en contra de alguno, lo son y serán y seremos siempre familia. Y comeremos rico esta noche, aunque no sé qué comeremos juajuajua mi mamá no ha ido parece al super, pero tiene el refri lleno siempre de carne y verduras congeladas. Y si nos falta algo, El Sauce estará abierto yo lo sé (10 oriente 9 norte pa salir del paso venden de todo hasta gas). Odio la navidad, pero amo estar en familia.