16-07-2013

usted.-

usted, señor
miróme a los ojos como quien mira a alguien en la vida,
sin buscar nada en especial,
e hizo una hecatombe mental.
me besó en los sueños,
me amó con su abrazo
me tomó la mano
y caminamos juntos.
cuando despertaba
no me besaba ni me amaba,
mi mano era sólo mía.
caminábamos sin mirar
nada más que el camino que íbamos dejando atrás.
dentro mío quedaron caricias guardadas,
besos retenidos y abrazos mezquinos;
estos tenían por destinatario su nombre,
mas esto no tenía consentimiento mutuo
así que se borra.
usted, señor,
-sí, le hablo a usted-
se está quedando con mi corazoncito en sus manos,
pero espérese no más
que pronto se lo pediré de vuelta.
sólo falta que me salga la voz.
-esta vez no es usted una forma hermosa de mí misma, es usted otra persona, a quien no veo en el espejo, sino que de frente-.

No hay comentarios.: